Una vez aliviado el dolor y recuperada la movilidad y la fuerza muscular, se indica una serie de recomendaciones para evitar recidivas (reincidencias de la molestia) como la modificación de las actividades cotidianas, laborales o deportivas, o la reducción de los excesos de ejercicio pueden ayudar a prevenir el dolor de hombro. Con este tratamiento la gran mayoría de casos (alrededor del 90%) se resuelven favorablemente.
Existe un pequeño porcentaje de pacientes en los que persiste el dolor y la inflamación luego del tratamiento médico. Por otra parte, algunos problemas del hombro, como la luxación recidivante y los desgarros importantes del manguito rotador pueden requerir cirugía de entrada. En estos casos se está indicado el tratamiento quirúrgico, que puede ser: