Inestabilidad crónica del tobillo
La inestabilidad crónica del tobillo es una lesión caracterizada por un “tobillo que se sale”, “que se va” o «que cede», en forma recurrente, hacia la parte externa del tobillo.
Este trastorno suele desarrollarse después de repetidos esguinces de tobillo. Aunque el ligamento ha sanado, lo ha hecho en una posición alargada. Por lo general, la situación conocida como que «se le dobló el pie» se presenta al caminar o hacer otras actividades, pero también puede ocurrir cuando usted está de pie. Muchos deportistas y no deportistas sufren de inestabilidad crónica del tobillo.
Las personas con inestabilidad crónica de tobillo a menudo se quejan de:
. Un giro repetido del tobillo, especialmente en superficies desiguales o cuando participan en deportes.
. Molestias e inflamación persistentes.
. Dolor o sensibilidad aumentada.
. El tobillo se siente inestable o se vuelve difícil de controlar.
Causas
Inestabilidad crónica de tobillo por lo general se desarrolla después de un esguince de tobillo que no ha sanado adecuadamente o no fue totalmente rehabilitado. Cuando usted sufre un esguince de tobillo, los ligamentos se estiran o se desgarran. La capacidad de realizar equilibrio puede estar afectada. La rehabilitación adecuada es necesaria para fortalecer los músculos alrededor del tobillo y «entrenar» los tejidos dentro del tobillo que afectan al equilibrio. El no hacerlo puede dar lugar a repetidos esguinces de tobillo.
Los esguinces repetidos de tobillo a menudo causan y perpetúan la inestabilidad crónica del tobillo. Cada esguince subsiguiente conduce a un mayor debilitamiento (o estiramiento) de los ligamentos, lo que resulta en una mayor inestabilidad y la probabilidad de desarrollar problemas adicionales en el tobillo.
Diagnóstico
En la evaluación y diagnóstico de la enfermedad, el médico le preguntará sobre todas las lesiones que sufrió previamente en su tobillo. Luego examinará el tobillo para observar las áreas de dolor, los signos de inflamación y la inestabilidad. Las radiografías tomadas con estrés (forzando el tobillo hacia adentro y adelante) para luego compararlas con el opuesto, supuestamente sano, mostrarán el grado de inestabilidad y la resonancia magnética puede ser útil para evaluar los tejidos blandos y el cartílago del tobillo.
Tratamiento no quirúrgico
El tratamiento de la inestabilidad crónica de tobillo se basa en los resultados de los exámenes y pruebas del tobillo como también en el nivel de actividad del paciente. El tratamiento no quirúrgico puede incluir:
. La terapia física . La fisioterapia involucra diversos tratamientos y ejercicios para fortalecer el tobillo, mejorar el equilibrio y la amplitud de movimiento y volver a entrenar sus músculos en un intento de compensar la pérdida de estabilidad que antes proporcionaban los ligamentos. A medida que avance la rehabilitación, realizará ejercicios propioceptivos para fortalecer las estructuras que controlan los movimientos del tobillo y del pie y también, puede recibir entrenamiento específico para las actividades o el deporte que realiza.
. Refuerzo . Algunos pacientes usan una tobillera, férula u ortesis para ganar seguridad para el tobillo y mantenerlo protegido de los giros. No está comprobado que estos dispositivos eviten un nuevo esguince, pero el paciente se siente más seguro por lo que proporcionan una estabilidad subjetiva.
. Medicamentos . Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (DAINE) pueden ser prescritos para reducir el dolor y la inflamación.
Tratamiento con cirugía
En algunos casos, el médico le recomendará la cirugía en función del grado de inestabilidad o falta de respuesta a los tratamientos no quirúrgicos. Generalmente, la cirugía consiste en la reparación de los ligamentos dañados tensando o insertando nuevamente el tejido, conocido como procedimiento de Broström. El otro tipo de cirugía es la reconstrucción de los ligamentos dañados por medio de tendones, llamados injertos. El cirujano elegirá el procedimiento quirúrgico más apropiado para su caso en base a la gravedad de la inestabilidad y el nivel de actividad.
En muchos casos es necesario también observar el interior de la articulación por medio del artroscopio para evaluar si están lesionados los cartílagos, o si hay cuerpos libres o tejidos que provoquen pinzamientos de la articulación y tratarlos.
La duración del período de recuperación variará, dependiendo del procedimiento realizado y de la gravedad de la lesión. Después de la cirugía, el tobillo se coloca en una férula y el paciente debe utilizar muletas o para evitar poner peso sobre el pie afectado. A las dos semanas la férula se sustituye con una bota removible el cual es usado por dos a cuatro semanas. La terapia física comienza a las seis semanas y un férula de protección para el tobillo se usa para caminar hasta las doce semanas después de la cirugía. A las diez y doce semanas, la mayoría de los pacientes ya no necesitan mas de la férula y pueden regresar a todas sus actividades normales, incluyendo la participación en deportes.
Prevención
Después de un esguince tenga el cuidado de darle tiempo a su tobillo para recuperarse adecuadamente para no desarrollar inestabilidad crónica del tobillo. Siga las instrucciones del médico y asista a todas las sesiones de terapia física mientras se está sanando.
Las mujeres que sufren de inestabilidad del tobillo deben evitar el uso de tacones altos.
Pronóstico
La inestabilidad crónica de tobillo a largo plazo no está necesariamente asociada con la artrosis del tobillo. Sin embargo, si los huesos del tobillo se han estado frotando y chocando uno contra el otro en el transcurso de muchos años debido a la inestabilidad crónica del tobillo, esta situación puede contribuir a el desgaste del cartílago y el desarrollo de artrosis en la articulación.
Links relacionados
http://www.foothealthfacts.org
British Orthopaedic Foot & Ankle Society: http://www.bofas.org.uk
Hospita for Special Surgery, NY, USA.: http://www.hss.edu/conditions_ankle-instability-overview.asp
American Academy of Orthopaedic Surgeons: http://www.aaos.org/
