Artrosis de tobillo

Cuando el cartílago de los extremos de los huesos se desgasta se habla de artrosis o enfermedad articular degenerativa. Es más frecuente en los mayores de 40 años y esta enfermedad causa dolor, sensibilidad y rigidez en la articulación. El cartílago sufre daños como consecuencia de la artrosis. Los huesos de cualquier articulación del cuerpo están cubiertos con una superficie delicada, pulida llamado cartílago articular, lo que permite un movimiento suave de la articulación. En la enfermedad degenerativa el cartílago sufre daños y éstos pueden provocar que los huesos pierdan la alineación de la articulación y la deformen.

La enfermedad inhibe el movimiento y produce dolor el que se manifiesta cuando las superficies óseas se tocan entre si, se agarran y se obstaculiza el deslizamiento suave normal entre los dos huesos de la articulación. Sin la capa protectora de cartílago, las células óseas de los huesos dañados, a menudo sobre-compensan el desgaste creando hueso adicional formado protuberancias o bultos de hueso llamados “espolones óseos” u “osteofitos”, que pueden causar más problemas con el movimiento y dolor por pinzamiento del tejido que rodea a los huesos. Cuando el hueso está dañado,. Esto puede dar lugar a la formación de bultos en el hueso llamados espolones u osteofitos.

 

Los pedazos de cartílago o hueso se rompen, causando problemas con el movimiento del tobillo y dolor. Las fracturas del tobillo pueden dar lugar a ruptura de pequeños trozos de hueso y cartílago. Usted también puede experimentar una sensación de hacer “click” al mover el tobillo debido a que los tejidos quedan capturados en las otras estructuras. Su tobillo también se puede bloquear al poner el peso y dar paso hacia adelante.

Es frecuente observar también que la sinovial, que es una membrana que recubre la articulación y ayuda a la nutrición del cartílago, se inflama provocando sinovitis. Esta produce aumento del líquido sinovial dentro de la articulación, provocando hinchazón, dolor y limitación del movimiento. A veces el tobillo se siente caliente y los síntomas cuando se realizan actividades como correr o caminar.

Cuadro clínico

La artrosis del tobillo ocurre generalmente en personas mayores de 40 años. Es probable que aparezca cierta inflamación en la articulación especialmente después de la actividad. En casos más avanzados hay dolor y sensibilidad en la articulación que empeora con la actividad, crujidos y ruidos, rigidez después de largos períodos de inactividad, molestias después de un cambio en el clima, hay pérdida de flexibilidad y movimiento en la articulación, hinchazón y dolor en el tobillo. El movimiento puede estar limitado o inhibido por los cuerpos libres en la articulación.

 

Diagnóstico

El médico interrogará sobre los síntomas y su forma de presentación y por los antecedentes del paciente. Realizará un examen en donde observara la marcha del paciente, el aspecto y la movilidad del tobillo y usará radiografías para determinar el daño al hueso y la resonancia magnética para evaluar el daño en el cartílago.

Tratamiento

Según el cuadro clínico y el grado de deterioro de la articulación, la edad del paciente y el grado de actividad que tiene, el médico indicará un tratamiento conservador para aliviar los síntomas y frenar el deterioro, un tratamiento paliativo para postergar la cirugía o la cirugía como primera opción.

 

El tratamiento conservador consiste en evitar situaciones en las que el tobillo debe realizar movimientos mientras carga el peso del cuerpo como salir a caminar, permanecer de pie, correr o saltar. Indicará actividades recreativas de menos carga para el tobillo como andar en bicicleta o natación, bajar de peso, en los casos de sobrepeso u obesidad, y pueden ser útiles el uso de plantillas o cambios de calzado con suelas blandas y tacos mas bajos y estables. La medicación analgésica y los preparados que mejoran el metabolismo del cartílago conocidos como anti-artrósicos, pueden ayudar en algunos casos a aliviar el dolor. Pueden ser necesarias también las inyecciones locales como medidas temporales para postergar la cirugía. La terapia física y un programa de ejercicios para ayudar a la movilidad pueden ser útiles.

 

Cuando estas medidas han fracasado y los síntomas persisten, en casos iniciales en los que el deterioro articular es leve, la limpieza de la articulación de sustancias irritantes producidas por el desgaste del cartílago llamado “lavado articular”, la aspiración de la articulación y la extracción de los tejidos lesionados y el exceso de hueso por medio de la cirugía mínimamente invasiva llamada artroscopía, brinda en la mayoría de los casos alivio del dolor y aumenta la movilidad del tobillo. La recuperación es rápida, el paciente debe realizar ejercicios de inmediato y terapia física. El paciente operado debe continuar con las medidas conservadoras para no agravar el deterioro de su articulación. Este procedimiento puede estimular el crecimiento de un tipo de tejido fibroso que imita al cartílago normal llamado fibro-cartílago y esperar que se reduzca el desgaste de la articulación en el futuro.

Recuperación

Usted necesitará reposo y la aplicación de hielo en el tobillo durante 48 horas después de la cirugía. Inmediatamente después comenzará a realizar un programa de fisioterapia y ejercicios para no perder la movilidad lograda con la cirugía y evitar que se forme tejido de cicatrización. La recuperación completa se espera por lo general seis semanas después de la cirugía. Con este procedimiento se observan buenos resultados y que se mantienen en el tiempo.

En severos casos de artrosis el médico indicará, de acuerdo a la actividad y a la edad del paciente, la colocación de una prótesis en el tobillo o la fijación de la articulación, técnica conocida como “artrodesis”. Existe aún poca experiencia en el mundo con el uso de las prótesis de tobillo, comparada con las de cadera o de rodilla, por lo que a esta operación se la indica en forma limitada.

La fijación del tobillo es una técnica de cirugía que se realiza desde hace ya muchos años y con resultados clínicos muy buenos. Al perder totalmente la movilidad de la articulación el dolor desaparece. Como se realiza en casos avanzados en los que la movilidad del tobillo ya se encontraba severamente restringida, no se producen cambios funcionales de importancia en el tobillo. En la mayoría de los casos el paciente podrá deambular en forma casi normal y sin dolor. El cirujano le recomendará igualmente no sobrecargar el pie indicándole actividades como bicicleta, natación o gimnasia y no aumentar de peso a los fines de evitar el deterioro de las otras pequeñas articulaciones del pie.

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